Seguramente muy pocos nos lo hemos planteado, pero el uso masivo de smartphones traerá problemas de congestión en las redes de telecomunicaciones y, como consecuencia, el usuario, como ya está ocurriendo con algunos modelos, se quedará si acceso; algunas operadoras en Europa, incluso, están restringiendo sus servicios de tarifa plana para evitar el colapso.
En España, hay 10 millones de usuarios de smartphone y se espera que esta cifra crezca de manera exponencial (en el último año lo ha hecho a un ritmo del 25%), especialmente teniendo en cuenta el impacto de dispositivos como el iPhone de Apple o los nuevos terminales que integran Android, el sistema operativo de Google.
Precisamente son estos dispositivos, según Pedro José Hernández, director ejecutivo de la cuenta global de Telefónica de Nokia Siemens Networks, los que están provocando el colapso de las redes de telecomunicaciones, y no debido al tráfico de datos, que es perfectamente asumible y ya estaba previsto, sino por la cantidad de veces que un teléfono de este tipo pide línea a la Red para disfrutar de las aplicaciones de última generación, como son la visualización de vídeos de servicios como YouTube, el acceso a las redes sociales, el networking o los servicios de mapas y localización, entre otros.
Para Hernández, el problema principal es que estos dispositivos, haciendo referencia al iPhone y los teléfonos Android, «han sido desarrollados por fabricantes que no pertenecen al mercado de las telecomunicaciones» sino de la informática y no han tenido en cuenta las características especiales de estas redes a la hora de desplegar las aplicaciones. Para que nos hagamos idea de lo que esto supone, Pedro José Hernández explica que, por ejemplo, descargar un vídeo de YouTube equivale al envío simultáneo de 500.000 SMS; imaginemos los millones de peticiones para la red de telefonía móvil que suponen millones de usuarios solicitando acceso…
En España, el problema todavía no es sangrante porque el mercado de smatphones no es muy elevado, pero, en ciudades como Nueva York o Londres, AT&T y O2 han visto sus redes colapsadas por este motivo. En Londres, en concreto, la operadora de Telefónica ha conseguido subsanarlo y hoy en día no tiene congestión.
Las principales consecuencias para los usuarios son que, en un momento determinado y debido al colapso de la red, no puede disfrutar del servicio que está solicitando. Otra consecuencia directa se produce sobre las baterías de este tipo de smartphones, que duran muy poco, como ya han comprobado sus usuarios.
Las soluciones
A la hora de hablar de soluciones, Pedro José Hernández, toca dos palos, en primer lugar, el de los suministradores de redes, que tienen que hacer lo posible por balancear la carga de la red, mejorar la gestión de la señalización y crear un nuevo sistema, entre otros; en segundo lugar, los fabricantes de móviles han de modificar estos sistemas operativos si en el futuro quieren ser competitivos. De hecho, el director ejecutivo adelanta que los fabricantes tradicionales de móviles ya se encuentran trabajando para desarrollar unos dispositivos que sean más eficientes y ofrezcan la calidad de batería y de servicio que dan con los teléfonos móviles tradicionales.
En concreto, lo que estas firmas anda buscando es desarrollar un terminal «que se duerma de forma inteligente» y que «cuando duerma consuma pocos recursos, y que cuando la red les busque, se activen», explica Pedro José Hernández. En este sentido, el experto comenta que veremos novedades próximamente en los terminales en los que están trabajando Intel y Nokia y en la próxima generación del sistema operativo Symbian.
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